El libro cuenta la historia de dos niños que vivían en los años 40 en Alemania, cuando los nazis estaban en todo su esplendor. Eran dos niños de la misma edad pero con dos vidas muy diferentes, uno era judío y estaba reclutado en un campo de concentración y otro todo lo contrario, era hijo de un comandante nazi. La historia transcurre entre Alemania y Polonia. Al final los dos niños mueren en una cámara de gas.
A mí personalmente me ha gustado el libro, ya que cuenta la realidad de los hechos que entonces ocurrieron, aunque me hubiera gustado otro final, porque creo que desarrolla mucho otras cosas pero el final deja que desear, me ha impactado mucho la forma en la que vivían los judíos en el campo de concentración eran totalmente infrahumanas. Me ha gustado mucho la historia entre los dos niños, demuestra que los niños no tienen perjuicios y que aunque haya diferencias entre ellos pueden llegar a ser los mejores amigos. Hay que darse cuenta de que los niños son el reflejo de que no hay que catalogar a nadie por su color de piel o forma de pensar , solo hay que fijarse en la forma de ser.
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