Su infancia en la sierra,fue muy feliz. No tenía preocupaciones, solo jugaba. Recuerda todo lo que vivió, la vida allí era como de cuento, se veían las estrellas como en ningún otro lugar, se podían ver los minerales de la mina que estaba allí mismo, se podía ver como los mayores trabajaban los olivos y sobre todo se podía rezar a La Morenita, su Santuario se encuentra en aquella sierra.
Ella cuenta que fue de alguna manera una niña privilegia, ya que en su época las mujeres solo estaban destinadas a ser amas de casa. Esta muy agradecida a sus padres, ellos lo merecen, ya que cambiaron de vida solo para que sus hijos estudiaran y tuviesen un futuro mejor, ya que en la sierra donde vivían no lo podrían tener por la lejanía.
También habla de tres maestras suyas, que la ayudaron mucho, la motivaron a seguir adelante y conseguir terminar sus estudios. Cuenta de una de ellas que la ayudo a conseguir comprender los libros, y de otra que la ayudo a perder su timidez y poder expresarse correctamente.
Tras leer este artículo, que por cierto me ha encantado, en estas pocas páginas he comprendido que nada es fácil, que todo lleva un duro esfuerzo detrás y que por mucho que cueste hay que seguir adelante, no rendirse y ser muy fuerte, porque aunque creas o te hagan creer que no puedes, si te lo propones y tienes ganas, puedes conseguirlo todo.
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